Por R.D.
José Ramón Gamo es especialista en neuropsicología infantil. En un tono cercano y fresco, explica cómo podemos incorporar la neurodidáctica a la educación y los conocimientos científicos que mejorarán el proceso educativo de los niños. En la línea apuntada por el investigador John Hattie, Gamo destaca que la mentalidad de crecimiento y la perseverancia son las claves para lograr la transformación del aprendizaje. Según Gamo “en el siglo XXI, los chavales no pueden seguir aprendiendo por asignaturas. Tienen que aprender haciendo”.
“Me sigue sorprendiendo estar en los eventos de educación. Porque si hay algo que yo odiaba era la escuela. Y esto… Odiaba la escuela, y no soy un niño que tenga ningún recuerdo traumático de mi infancia. Yo he sido un chaval fundamentalmente feliz. Gracias a mis padres, sobre todo. Y la escuela la odiaba por mis dificultades de aprendizaje. He tenido dislexia. Y la sigo teniendo, los disléxicos lo somos toda la vida. Y lo que hoy llamamos déficit de atención. Es el motivo de estar junto a vosotros. Y me llama mucho la atención estar en los eventos de educación porque hoy en día, si hay algo que me define es que soy un friki de esto, yo soy un motivado. Y para mí esto es una profesión que me apasiona y, por lo tanto, hace que me dedique en cuerpo y alma a intentar transformar el sistema educativo. Se lo tengo que agradecer, sobre todo, a los de dificultad de aprendizaje, que ha sido mi primer foco de motivación. Cuando yo empecé a estudiar quería hacer Psicología para poder dedicarme a los niños con dislexia. En mi generación no había nada específico de formación en dislexia y en trastornos de lectoescritura. Entonces, entré en Psicología, gracias a los enchufes de mis padres porque nunca tuve buenas notas. Y dio la casualidad que justo ese año que empecé Psicología inició la carrera de Magisterio de Audición y Lenguaje. Los especialistas para trabajar con los niños en el aula en entornos de dificultades de aprendizaje y de lectoescritura en concreto. Automáticamente, en cuanto descubrí aquello, me cambié. Creo que fui un par de días a la facultad de Psicología, y me metí en La Salle a estudiar mi carrera. Fue una pasión porque encontré gente que para mí fue inspiradora y que yo agradezco… Siempre que tengo algún hito, que he conseguido algo, me vienen a la cabeza mis maestros. Y dentro de mis maestros, por desgracia, tengo que decir que no me llegan a la cabeza los de primaria y secundaria. Me llegan mis maestros universitarios que, por alguna extraña razón, en esta época que debiéramos estar más protegidos los niños cuando tenemos dificultades, que es primaria y secundaria, y yo encontré la comprensión y el apoyo en la universidad. Y es algo que hoy en día, los chavales con los que he trabajado a lo largo de mi carrera, después de 20 años, tienen la misma experiencia. Todos me refieren que están floreciendo en la universidad, que es donde se sienten bien tratados, comprendidos y apoyados. Y esto es un poco a lo que yo me dedico. Me dedico a la transformación del sistema educativo.”
Cortesía del diario “El País”.